Fue una de las más famosas órdenes militares cristianas. Se mantuvo activa durante poco menos de dos siglos y su propósito original era proteger las vidas de los cristianos, que peregrinaron a Jerusalén tras su conquista.
Los caballeros Templarios empleaban como distintivo un manto blanco con una cruz roja dibujada.
La Orden del Temple fue fundada en 1118 por nueve caballeros franceses, liderados por Hugo de Payens tras la Primera Cruzada.
Durante su estancia inicial, en Jerusalén, se dedicaron únicamente a escoltar a los peregrinos que acudían a los santos lugares, ya que su escaso número no permitía que realizaran actuaciones de mayor magnitud.
Sin embargo, el número de caballeros aumentó luego de manera significante y ese fue el inicio de la gran expansión de los "Pobres Caballeros del Templo", fue su nombre original.
Hacia 1170, unos cincuenta años después de su fundación, estos caballeros se extendían ya por tierras de lo que actualmente es Francia, Reino Unido, España, Alemania y Portugal. Esta expansión en territorio contribuyó al enorme incremento de su riqueza.
Los templarios solían ser los primeros en entrar en combate y no podían retirarse sin orden a menos que los superaran 3 a 1. Solían cargar contra las fuerzas musulmanes, con el propósito de dividirla lo que era aprovechado por el resto de los cruzados para atacar por separado al enemigo.
Pero las derrotas ante Saladino -sultán de Egipto y Siria- les hicieron retroceder en Tierra santa. En 1244 cayó definitivamente Jerusalén. Sus acciones en las cruzadas posteriores fueron insignificantes.
En 1307 un gran número de Templarios fueron arrestados, inducidos a confesar bajo tortura y, posteriormente, quemados en la hoguera. En 1312 el papa Clemente V cedió a las presiones de Felipe IV de Francia "El Hermoso" y disolvió la orden.
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