Flotadores y pesas

Una de las partes importantes de cualquier deporte es obtener el físico necesario para practicarlo en forma continua, sin necesidad de tomar descansos ni deternerse en el tiempo de entrenamiento.

Para ello es necesario fortalecer tanto piernas como brazos. Acá es donde intervienen los flotadores. Para el que recién inicia son el mejor compañero en el agua, ya que nunca te vas a hundir y nunca lo vas a soltar. Para el que ya sabe nadar, estas "esponjas" duras se convierten en un obstáculo necesario para mejorar técnica, potencia y resistencia. En el caso de los flotadores, ellos crean un campo de resistencia a entrar al agua, lo que ayuda a la brazada al momento de entrar al agua y además neutralizar las piernas y mantenerlas a flote.

Además de los flotadores, se pueden utilizan pequeñas pesas que son colocadas en los tobillos y en la cintura y en algunos casos en las muñecas. Acá la idea es manternerse a flote y mantener el ritmo de nado. Es un trabajo totalmente distinto a los que se realiza con los flotadores. Pero la idea sigue siendo la misma: aumentar nuestra resistencia y potencia.

Pero si no se puede adquirir pesas por distintas razones, se puede probar cosas caseros. ¿Cuáles? Un balde sería una solución. Así es, un balde. Se ata el recipiente a la altura de la cintura mediante una cuerda o soga, que debe tener la medida correcta para que los pies no choquen con la cubeta en el pateo. También se puede hacer, atando a la altura de los tobillos (si no tienes todavía fuerza en lo brazos, te aconsejo que no lo hagas).

Para el reemplazo de los flotadores, pelotas pequeñas pueden hacer una buena oposición para un buen trabajo. Por último, se debe ser consciente de sus limitaciones y conocerse uno mismo (para el caso de las pesas), lo más indicado sería empezar con lo flotadores antes de empezar un entrenamiento con pesas.

Eso es todo, sigan entrenando y disfruten de la natación que es un deporte increíble.

Escrito por David